Universal Music Festival / 05.06.2025
Desde su primera edición en 2015, Universal Music Festival se ha distinguido por acoger en sus carteles a figuras que han definido la cultura pop contemporánea a escala global. Músicos que, operando con presupuestos estéticos muy diversos y desde distintos lugares del planeta, han erigido obras pioneras que se convertían en modelo para la mayoría. A esa nómina de artistas –en la que encontramos a Elton John, Caetano Veloso, Raphael, Miguel Ríos, Joan Baez, Kraftwerk, Iggy Pop o Carmen Linares– se sumó anoche Manuel Alejandro, el compositor español vivo más determinante de la música popular española de las seis últimas décadas.
Así las cosas, esta velada desbordaba todas las expectativas, porque disfrutar del inmortal cancionero del músico jerezano en la distancia corta no es ni mucho menos habitual. Y hacerlo en un espacio como el UMusic Hotel Teatro Albéniz, en la ciudad que le acoge desde su juventud y le dio sus primeras oportunidades, se perfilaba como una ocasión única.
Heredero por vía paterna de su vocación creativa, Manuel Alejandro asumió de manera natural la palabra y el compás de los cantes flamencos que escuchaba en las calles y patios de los barrios en que creció –San Miguel y Santiago, casi nada– para conjugarlos con su formación académica en el ámbito de la música clásica, que estudio desde niño. A sus 93 años, con un bagaje vital de película –técnico de foley radiofónico antes de que la frecuencia modulada se impusiera en los transistores, compositor de fondos para el NO-DO, pianista en locales nocturnos de luz roja, adaptador de obra foránea en una gran editorial musical, joven compositor anónimo abocado al pluriempleo– y un repertorio de más de 600 canciones en su haber que han sido interpretadas por Rocío Jurado, José José, Raphael, Julio Iglesias, Jeanette, Rocío Durcal, Emmanuel, José Luis Rodríguez “El Puma” o Marisol, Manuel Alejandro compareció a solas frente al piano ante el público de Universal Music Festival para contar cómo ha dado forma a su gigantesco cancionero, qué resortes mueven el oficio de “escribidor” de canciones, qué intrahistoria anida en el seno de algunas de sus partituras más célebres. También cantó y tocó, sellando una actuación que trasciende el mero show para convertirse en una clase magistral sin ínfulas eruditas, en una cápsula del tiempo de nuestra cultura, en una celebración de la canción como unidad de medida para la música popular.
Lo excepcional de la propuesta se confirmó en cada uno de sus parlamentos y en cada paseo de sus sabias manos por el teclado del Steinway. Himnos instalados en nuestra memoria sentimental que, en la voz de su propio artífice, cobraban una nueva dimensión de significado: amores que nunca llegaron a ser en “Para ti, Conchita” –su primera canción–, una visión oscura sobre algunos aspectos del género humano en “Vuela alto” o el recuerdo a la mexicana Sola, para quien escribió originalmente “Soy rebelde”. Pero sobre todo ha reflexionado sobre el amor, que desde siempre ocupa el centro gravitacional de sus canciones. Ha deliberado sobre la caducidad y asimetría de los afectos y los deseos en “Voy a perder la cabeza por tu amor”, “Lo siento mi amor” o “El amar y el querer”. Ha demostrado ser un fino observador de los detalles cotidianos en “El día que puedas”, acompañado en clave impresionista su esbozo de “No es posible”, abordado el asunto de los celos con “Cuando vayas conmigo” o certificado el fin del romance vía “Frente a frente”.
Por supuesto tampoco han faltado imprescindibles como “Yo soy aquel” o “Que no se rompa la noche”, introduciéndonos en la parte final de un concierto rematado por “Y ya te quería” –la compuso para su ahijado Alejandro Sanz– en clave spoken-word, esa catedral de la desolación que es “Procuro olvidarte” y una “Como yo te amo” con la que ha concluido su inolvidable paso por el festival. El público le ha aplaudido en pie durante minutos, en un gesto de reconocimiento y gratitud por todo lo que este andaluz universal nos ha dado a lo largo de su ejemplar carrera.
Antes del concierto, Narcís Rebollo —CEO & President de Global Talent Services (GTS)—, Maricruz Laguna —Live GTS Director & Corporate Representative— y Rafael Artero —Managing Director de Universal Music Publishing— han entregado a Don Manuel Alejandro —Escribidor de canciones— un galardón conmemorativo en reconocimiento a su obra y su legado, que perdurará para siempre.
Universal Music Festival 2025 continúa durante este mes de junio con los conciertos de Paloma San Basilio (5,6 y 7) y Salif Keïta (8).
Entradas a la venta en www.universalmusicfestival.es y www.elcorteingles.es
