Lola Índigo / 16.11.2023
Cinco mil personas llenaron un recinto único totalmente transparente levantado para la ocasión en la emblemática Plaza de España.
Es imposible recordar un ambiente parecido en la emblemática Plaza de España de Sevilla al visto la noche del sábado 11 ante el inicio de la Santalucia Universal Music Week. La encargada de arrancar este festival, único por su enclave y por dar el pistoletazo de salida en la ciudad a los eventos que rodean la entrega de los Grammy Latinos el próximo jueves, no podía ser otra que ella: Lola Indigo. Bajo una expectación apabullante ante la celebración de un espectáculo musical del calibre del que organiza la granadina en un lugar Patrimonio Arquitectónico Universal, las 5.000 personas que provocaron el primer sold out del certamen se quedaron sin aliento cuando apareció rompiendo un enorme cascarón blanco y poniéndose enseguida al frente de su eficaz cuerpo de baile con su conocido “AN1MAL”.
Era difícil pasar por el lugar y quedarse impasible ante la visión del premio 40 a la mejor gira del año “El Dragón Tour”, una combinación de luces y sonido como pocos artistas pasean por el mundo, pero esta vez bajo una instalación totalmente transparente con su máximo de prestaciones puestas al servicio del evento: comodidad, cercanía y la mayor calidad audiovisual posible. Tanto los espectadores como la propia artista no podían dejar de admirar la belleza del enclave, la construcción más grande levantada en la ciudad en el siglo XX proyectada por Anibal González, con su mirada al río Guadalquivir y que une ambos mundos por sus aguas.
En el epicentro del show, Lola Índigo, una artista en permanente crecimiento que responde con creces a la devoción que el público profesa hacia ella. A su gira, terminada oficialmente hace tres semanas con dos sold out en Granada, le ha puesto la guinda con un show de ejecución simplemente perfecto, lo que vuelve a demostrar por qué es una de las artistas con más éxito del panorama pop español.
A medida que iba avanzando el show el ambiente no decaía, sino todo lo contrario. “Para olvidarme de ti” fue propulsada por un patrón drum’n’bass apoyado en la batería, el violín y la guitarra eléctrica de su banda; “Discoteka” trajo el primer compás reguetón de la noche, y “Toy Story” cambió el tercio con su gen disco-funk setentero. Y el éxtasis llegó, cuando todavía no se había alcanzado el ecuador del concierto, con “La niña de la escuela”: puro ritmo dancehall.
Siempre sonriente, muy concentrada y visiblemente emocionada, encadenó “4 besos”, “Tiki Tiki” y un amplio medley –“Mujer bruja”, “Maldición” y “Santería”– que precedió a un set de aire flamenco que le permitió reivindicar sus raíces sureñas y que remató con “De plastilina”.
Durante más de hora y media, Lola Indigo no dejó un lugar para el respiro hasta que llegó la hora de la despedida con su reciente hit “El tonto” y, como broche final, el tema que la puso en el mapa de la música española y que parece no envejecer ni un ápice: “Ya no quiero ná”.
Sin duda, no es imaginable una opción mejor para arrancar los eventos musicales alrededor de los Grammy Latinos que este inicio del Santalucia Universal Music Week. A partir de ahora, sólo se trata de ir a más con Pablo López, la gala El Flamenco es Universal, Morat, Juan Magán y Antonio Orozco.