Universal Music Festival / 03.06.2025
Al hablar de Juanjo Bona y su fulgurante conquista es inevitable recurrir a una palabra que, a fuerza de usarla, parece quedar vacía de contenido. Pero lo que está logrando el músico aragonés –que solo tiene 21 años– supone un fenómeno para nuestra escena pop. Anoche, en el primero de los dos conciertos programados por Universal Music Festival, selló una actuación sensacional, demostrando que su arriesgada apuesta por la diferencia –poner al día una tradición secular de poderosa raigambre como la de la jota aplicando una perspectiva sónica contemporánea– ha sido ampliamente recompensada. Y no solo con el cariño incondicional de sus miles de seguidores, tanto ayer como hoy se agotaron las entradas, sino también con el reconocimiento a su inesperada tarea de investigación, recopilación y actualización del género.
El eje en torno al que gira el espectáculo propuesto por Bona es “Recardelino”, ese álbum debut que en apenas unas semanas –se publicó el pasado mes de marzo– ha introducido en la rica tradición folk aragonesa que el cantante de Magallón cultiva desde su adolescencia a un público tan joven como él. Un logro rico en fundamentos, articulado con muy buen criterio, como se ha podido ver en el UMusic Hotel Teatro Albéniz. Los productores David Soler y Marcel Bagés –bajista y guitarrista, respectivamente, del trío que le acompaña en escena y que completa el batería Antonio Torres– han encontrado el punto justo entre textura electrónica, ataque pop y hechura folk, mientras que Juanjo se ha empeñado en dotar de sustancia vernácula a estas canciones, consultando a autoridades de su entorno más cercano, a depositarios del legado jotero, antes de rematar su emocionante cancionero.
Al hablar de Juanjo Bona y su fulgurante conquista es inevitable recurrir a una palabra que, a fuerza de usarla, parece quedar vacía de contenido. Pero lo que está logrando el músico aragonés –que solo tiene 21 años– supone un fenómeno para nuestra escena pop. Anoche, en el primero de los dos conciertos programados por Universal Music Festival, selló una actuación sensacional, demostrando que su arriesgada apuesta por la diferencia –poner al día una tradición secular de poderosa raigambre como la de la jota aplicando una perspectiva sónica contemporánea– ha sido ampliamente recompensada. Y no solo con el cariño incondicional de sus miles de seguidores, tanto ayer como hoy se agotaron las entradas, sino también con el reconocimiento a su inesperada tarea de investigación, recopilación y actualización del género.
El eje en torno al que gira el espectáculo propuesto por Bona es “Recardelino”, ese álbum debut que en apenas unas semanas –se publicó el pasado mes de marzo– ha introducido en la rica tradición folk aragonesa que el cantante de Magallón cultiva desde su adolescencia a un público tan joven como él. Un logro rico en fundamentos, articulado con muy buen criterio, como se ha podido ver en el UMusic Hotel Teatro Albéniz. Los productores David Soler y Marcel Bagés –bajista y guitarrista, respectivamente, del trío que le acompaña en escena y que completa el batería Antonio Torres– han encontrado el punto justo entre textura electrónica, ataque pop y hechura folk, mientras que Juanjo se ha empeñado en dotar de sustancia vernácula a estas canciones, consultando a autoridades de su entorno más cercano, a depositarios del legado jotero, antes de rematar su emocionante cancionero.
El show de “Recardelino” –es el nombre que se utiliza el pueblo de nuestro protagonista para nombrar una especie autóctona de jilguero– dosifica con acierto las intensidades y juega con inteligencia la baza de la atmósfera. La primera parte del concierto, introducida por un tapiz de aire indietrónico entre el griterío ensordecedor del patio de butacas, sigue el repertorio del álbum casi al dedillo, con canciones en las que Juanjo acude al paisaje y paisanaje que le vio crecer, como la preciosa “Moncayo”, “Virgen de Magallón” –que es acompañada a voz en grito– o “Villano”, mientras “Golondrinas” le permite, con aliño acústico, explorar los rincones más sedosos de su inabarcable tesitura y caminar por el territorio de la canción melódica tradicional,
En la segunda parte del show, escuchamos una sentida versión de “La nave del olvido”, popularizada por el mexicano José José en los albores de los años setenta, además de un clásico jotero como “Que se divierta y no llore” –arreglada con teclados catedralicios y en la que va más allá del do de pecho– o las “Rondaderas”, formato folclórico que sirve tanto para el cortejo como para medir poderío vocal a modo de una batalla de gallos baturra, y cuya letra Juanjo compone ex profeso para cada escala de su gira, alabando la tierra que le acoge. En el caso de Madrid, ciudad a la que llegó hace cuatro años y en la que se siente uno más, se ha servido con un extra de emoción.
El último tramo del concierto ha pasado como un torbellino de cierzo, con una supervitaminada “Me sabe mal” que ha cantado en la platea –locurón– antes de pasar a la tierna “Nuestra forma de hablar” –con los fans blandiendo estrellas de cartulina y Marcel Bagés clavando un solo de guitarra en onda Jonny Greenwood de Radiohead– y la versión de sus paisanos Amaral –“Toda la noche”–, que estaban entre el público. Antes de abordar “Últimamente” ha subido al escenario a una emocionadísima muchacha con la que ha dado pautas a sus fans para que interpretaran la melodía principal del tema, y el público la ha seguido entonando después de que los músicos hicieran lo suyo, neutralizando el ritual del bis y llevando en volandas a un Juanjo Bona pletórico que ha desbordado sentimiento en “La magallonera” y apurado la última reserva de energía con ese hit ya imprescindible –en homenaje a las trabajadoras del Colegio Mayor Mendel que le acogió cuando aterrizó en la capital como otro universitario anónimo– que es “Mis tías”. Apoteosis. Y todo esto, como él mismo ha recordado henchido de orgullo, cantando jotas.
Universal Music Festival 2025 continúa en el mes de mayo con los conciertos de Juanjo Bona (31) y durante el mes de junio con las actuaciones de Chiara Oliver (1), Manuel Alejandro (4), Paloma San Basilio (5,6 y 7) y Salif Keïta (8).
Entradas a la venta en www.universalmusicfestival.es y www.elcorteingles.es