Hay intangibles que van más allá del número de carteles que has encabezado, la cantidad de discos vendidos o la suma de seguidores en redes sociales, datos objetivos todos ellos que, dicho sea de paso, confirman la relevancia de Carolina Durante como el grupo más importante de su generación.
Pero hablábamos de intangibles, de esas cuestiones que en tiempos de tiranía del data convierten a un artista o una banda en un fenómeno cuya importancia va más allá de la suma de sus números. Hablábamos de Carolina Durante.
A Carolina Durante les ha tocado nadar a contracorriente desde que un día, al salir de un bolo de Los Punsetes, decidieron montar una banda. Y lo hicieron: se dividieron los roles del grupo y al día siguiente se fueron a comprar comprar los instrumentos, guitarra, bajo, batería… Todo eso en un contexto en que el urbano y lo latino comenzaba a adueñarse de las listas de éxitos y a convertirse en una banda sonora global de la que no se puede huir desde el momento en que pones el pie en la calle…
Puede que esa decisión a la hora de afrontar su propio destino como banda y, al mismo tiempo, la capacidad del grupo para mantener intacta la ilusión del primer día son los factores diferenciales que han hecho de Carolina la banda más importante de su generación y responsables en buena medida de un resurgimiento del rock y el pop de guitarras.
Carolina Durante un supergrupo, el único del mundo que no está formado por ilustres componentes de otras formaciones relevantes. La banda no se entendería sin la carismática voz de Diego, sin su capacidad para tocar la fibra con unas letras a medido camino de la desazón existencial y la humorada. Pero, desde luego, el grupo tampoco existiría como tal sin el espíritu punk-pop de Mario a la guitarra, la contundente sobriedad de Martín al bajo o el talentazo y la excentricidad de Juan aporreando los parches. Todos y cada uno de los cuatro elementos que conforman el grupo resultan tan esenciales a la hora de conformar el sonido de Carolina Durante como su singular personalidad.
Con estos mimbres y puntuales ayudas externas (las colaboraciones con Amaya, Jota Planetas o Santiago Motorizado) la banda ha ido desarrollando una carrera que se mueve entre el éxito masivo y el culto que les profesa su encendido grupo de fans. Son los intangibles de los que hablábamos al principio de estas líneas, como también lo es la idea de que lo mejor está todavía por llegar…